Del éxito a la felicidad

Cual indicador constante y en forma de realidad que se yuxtapone a distintas ópticas o cristales con que se mire, el éxito se nos presenta como hoja de ruta que conduce uno de los propósitos del ser humano en su búsqueda incesante de la felicidad.  

La verdad por antonomasia es que todos anhelamos el encuentro del éxito, sin embargo, es bien sabido a nivel universal, que cada uno tiene un cristal con el que vislumbra y que mide su propio éxito; lo que confiere a este vocablo de apenas 5 letras, el poder de envolver en su esencia a todo el devenir humano en una dimensión integral y holística. “No hay dos personas que tengan la misma imagen de lo que es el éxito porque hemos sido creados diferentes, somos individuos únicos”. JC. Maxwell. Cambios en el liderazgo. 

En el año 1982 la Organización de las Naciones Unidas ONU, se dio a la tarea de investigar científicamente la historia viva de quienes como emprendedores y por modelos universales; hoy ostentan el éxito en sus vidas. De esta forma la Universidad de Harvard con David Mc McClelland en su dirección; encabezó durante 7 años, en los 5 continentes, un equipo especial de investigadores que trabajó con un gran número de personas, y desarrollo una investigación para luego demostrar en síntesis lo que tienen y hacen los Emprendedores exitosos en el día a día de sus Emprendimientos.

Los Emprendedores exitosos concluyó la investigación, personifican o le dan vida a 10 características y/o Competencias; estas competencias tienen su expresión vivencial y real a través de 30 comportamientos prácticos, con los cuales el Emprendedor alcanza su propio éxito. Estamos hablando de tener Metas claras, practicar la Búsqueda de Oportunidades, asumir Riesgos calculados, ser Persistente, hacer las cosas con Calidad y Eficiencia, cumplir los Compromisos contraídos; aplicar la capacidad de Búsqueda de información, ser Planificador y hacer seguimiento sistemático, crear Redes de apoyo y ser Persuasivo y por último tener Auto Confianza. 

Las antes nombradas competencias constituyen la esencia de la investigación nombrada, sin embargo, podríamos preguntarnos con justa lógica; ¿cuál es el diferencial de este programa en relación con los miles de programas que trabajan en el fortalecimiento del mundo emprendedor?, y la respuesta es tan simple como significativamente profunda; la única diferencia estriba en el hecho conductual. Como bien lo heredamos de un exitoso de nuestros tiempos cuando dijo: “Estoy bien seguro de que lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es mera Perseverancia”. Steve Jobs. Entonces es la conducta la que al final de todo, determina el logro o no de nuestros éxitos y por ende amplia nuestras posibilidades de hallar la felicidad 

Es relevante resaltar que cuando hablamos de las palabras “Éxito” y “Emprendedor”, no solo nos estamos refiriendo a personas que desarrollan negocios o son parte del engranaje económico de una sociedad; realmente la amplitud de estos dos conceptos invade la dimensión social de la vida misma; en el entendido que la mirada del éxito es tan disímil y variada, casi como las particularidades de cada habitante sobre el planeta. 

Emprender entonces nos debe quedar claro, no es una acción aislada de nuestro contexto de vida diaria; sino más bien una condición permanente de nuestra conducta que a la postre se muestra a los demás y a nosotros mismos, como una filosofía de nuestra propia vida.  

Como podemos ver la pregunta de cómo escalar la pirámide del éxito en la vida, esta de alguna forma respondida y soportada en investigaciones científicas; es menester entonces dirigir nuestra mirada al interior de nuestro ser, para seguir redescubriendo la importancia del hecho conductual como condición sine qua non del logro de nuestra felicidad. 

Emprende para ser feliz.